Cálido artículo publicado por Santiago Bullard en el diario «El Comercio» (pp. C4). Aquí transcribimos el texto:
«El miércoles falleció Lilly Caballero de Cueto, promotora de la lectura y figura capital en la lucha contra el analfabetismo.
«La cultura, para muchos, es la herramienta que determinará el verdadero progreso de las sociedades. Sin embargo, hay que reconocer también que de poco puede servir esta si no cuenta con una base sólida: la educación. Este credo fue el que sostuvo la educadora peruana Lily Caballero a lo largo de toda una vida dedicada a luchar contra el analfabetismo y a favor de la difusión de la lectura. Ella falleció el miércoles a los 89 años.
«Aunque Lilly Caballero empezó como profesora, no pasaría mucho para que se convirtiera en una pensadora de la educación. Defendía, sobre todo, la importancia que esta tenía en los primeros años de formación escolar de los niños. Había que dar, además, con la forma de llamar su atención hacia la cultura desde esta etapa inicial.
«Estas ideas han quedado plasmadas en los libros que escribió sobre educación. El primero de ellos, «Pongamos en marcha las bibliotecas escolares», apareció en 1968. Cuatro años antes había fundado la Biblioteca Pública de Tambo Grande, en el departamento de Piura, con su esposo, Carlos Cueto Fernandini. Fue el primer acto de su lucha contra el analfabetismo. En años siguientes, fundó muchas otras bibliotecas en los rincones más apartados del país.
«La pasión casi religiosa que el matrimonio profesaba por la cultura marcó también las carreras de sus hijos: Alonso, Marcos y Santiago Cueto son, respectivamente, escritor, historiador y psicólogo.
«Que lean los Niños
«Una de las obras de Lilly Caballero fue el Centro de Documentación e Información de Literatura Infantil (Cedili), fundado en 1980 por ella y un grupo de mujeres que compartían sus ideales. Una de ellas, Nora Ravines, señala que este centro se convirtió en una plataforma para diversos proyectos educativos y formativos en todo el país.
«Uno de ellos fue Operación Niños, iniciado en 1986. «Su mayor objetivo -comenta Ingrid De Andrea, presidenta del Cedili- fue editar libros apropiados para los diferentes niveles de comprensión lectora, y poder crear así bibliotecas infantiles en diversos lugares del Perú». Una labor que continúa por el camino que trazó esta mujer admirable.»